The Notebook

Todo estaba arreglado con Oliver, y había sido todo muy emotivo. Juliet le quería, le echaba de menos, no podía estar sin él. Aquella mañana, la protectora había estado llena de sentimientos, lágrimas y amor. Y esa misma tarde, la pequeña S. y Juliet decidieron ver "El diario de Noah"  mientras comían una tarta de galletas y chocolate casera. Juliet lloró como una imbécil durante toda la película. Cada escena le recordaba a Oliver, y se imaginaba cada una de ellas con él. Juliet era Allie Hamilton, y él, Noah Calhoun. Y cada vez que sonreían y se veían felices, y cada vez que Noah besaba y abrazaba a Allie, Juliet recordaba ciertos momentos con él. Y entendió que ambos se querían; que se querían de verdad. Todo era felicidad a su lado. Él la amaba, y se lo había dicho en incontables ocasiones. Se lo repetía miles de veces. Siempre que tenía oportunidad le rogaba que no se fuese nunca de su vida, le recordaba constantemente que la amaba, que iba amarla siempre y que todo su corazón era suyo; que podía pisotearlo, destrozarlo, descuartizarlo, romperlo, tirarlo a la basura... o cuidarlo y quererlo como él prometía que iba a hacer con el suyo si se lo daba.
Cada vez que Oliver repetía esas palabras Juliet sentía que se moría de felicidad. Le entraban ganas de llorar. No quería perderle nunca. Quería amarle toda la vida, y quería que ambos fuesen felices juntos durante toda ella.
Y quizá la gente lleva razón y los amores de la adolescencia no llevan a ninguna parte y, supongo que en muchos casos, es cierto que aún no se siente con la total firmeza y seguridad, y que aún no existe suficiente madurez; pero al igual que todo, todo depende de la persona. Y si dos personas se quieren no importa la edad, la raza, el sexo, la distancia o el tiempo. Porque lo importante es lo que se lleva dentro. Y lo único que cuenta es un pequeño músculo, del tamaño de un puño, que se nos agita y desboca cada vez que vemos a esa persona cerca. Porque lo importante es el amor. Y no importa nada más.


1 comentario:

  1. Me encanta esta entrada, sobre todo la parte de "Porque lo importante es lo que se lleva dentro. Y lo único que cuenta es un pequeño músculo, del tamaño de un puño, que se nos agita y desboca cada vez que vemos a esa persona cerca. Porque lo importante es el amor. Y no importa nada más."
    Escribes demasiado bien, tía.
    Ah, y ya sabes, me alegro muchísimo de que ahora volváis a ser felices :)
    ¡Te quiero! <3

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