Juliet L. Armstrong andaba confundida

Juliet L. Armstrong andaba confundida aquella mañana soleada del primer día de Febrero, porque no quería romper nada ni meterse en lo que no tuviese que ver. Lo de Ed era agua pasada, lo tenía todo muy claro respecto a él, y éste iba a volver con esa... esa cosa; ambos confiaban en que había cambiado, pero aún así nuestra pequeña no iba a quitarle los ojos de encima a ese gran aborto de zorra.
Ahora otro pequeño problemilla cruzaba su cabeza, y esta vez el nombre era Oliver. Este nuevo "obstáculo" dificultaba ocasionalmente la capacidad de concentración de Juliet y le hacía pensar, era lioso todo lo que tenía que ver con él. También era destacable que otra pequeña, amiga de la medio-infancia de Juliet, decía que él la quería. QUE LA QUERÍA. Aunque lo principal es que tenía novia; y nuestra pequeña no quería romper nada que no debiese, y menos sin estar segura de sus sentimientos. No se conocían mucho, pero tenía algo que a Juliet le encantaba, pero también había algo que le echaba para atrás y lo que menos le gustaba de aquello es que parecía ser su físico. Juliet odiaba ser superficial, aunque todo el mundo le dijese que ser así era normal, y más a estas edades.
 Así que aquí se haya nuestra pequeña, que no sabe hacia donde mirar, ni qué pensar de nada. Y aquí sigue, sin poder dormir. Aunque hacía tiempo que no experimentaba esa sensación en plan serio, por llamarlo de algún modo. Juliet L. Armstrong se sentía extrañamente feliz aquella madrugada del día siguiente de uno de sus meses favoritos.


1 comentario:

  1. Ame el post Juliet L. Armstrong (aw ame tu nombre), y entiendo lo que llegas a explica en el. Y se como se siente ella.
    Genial entrada, besos:)

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