Y se levantó de la cama y con un bonito giro, saltó hacia la ventana. El pelo enredado le cubría su cara blanquita y pecosa. Eran las siete de la mañana y ya sonreía; porque era divertido todo lo que se le venía a la cabeza. Realizó unos sencillos y ridículos pasos de ballet mientras se deslizaba al baño para ducharse. Sonó el teléfono ¿Quién podría ser? Contestó con un dulce y adormilado "¿si?". De repente su corazón se paró por unos segundos; era una voz familiar, una voz que le daba los buenos días con un cariño especial. Sonrió más aún, casi que le podría haber encajado la cara. A todo el mundo le gusta despertarse con una llamada. Pero a ella le encantaba.


2 comentarios:

  1. Hola, me gusta mucho tu blog y te sigo espero que tu hagas lo mismo :3
    http://lovelive-youaremylove.blogspot.com/

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  2. Me encanta tu blog!
    Siempre es bonito despertarse con unos buenos días de alguien especial :)

    te siiiiigo, bonita :)

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